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Inspiración

Hay una frase muy célebre de Buda que dice así: «Ni tus peores enemigos pueden hacerte tanto daño como tus propios pensamientos«. La influencia que los pensamientos ejercen sobre nuestras emociones y capacidades es tan importante que pueden marcar la diferencia entre una vida feliz y plena a una vida llena de inseguridades y de miedos.

Las realidades a menudo son subjetivas y la manera de enfrentarte a ellas tiene mucho que ver con la forma en el que el cerebro percibe cada situación, reconociendo patrones y generando estímulos para actuar en consecuencia. Y en todo ese proceso, los pensamientos que cada uno genera, ejercen una influencia decisiva sobre los resultados. Es increíble lo que un pensamiento negativo puede llegar a limitar a una persona. Y por el contrario, cuando una persona cree y se siente capaz de acometer una situación con tal confianza, será mucho fácil que lo consiga. Las experiencias van dejando pequeños recuerdos registrados en nuestros cerebros que recuperamos de manera inconsciente cada vez que nos volvemos a enfrentar a una situación similar vivida anteriormente. En función de esos recuerdos, de lo buenos o malos que fueron, de cómo nos hicieron sentir, vamos dando forma a nuestra realidad subjetiva, transformando esos recuerdos en forma de pensamientos positivos y negativos.

Muchos traumas y depresiones, comienzan de esta manera. Intentar ser conscientes de la influencia que los pensamientos negativos ejercen sobre nuestras capacidades y posibilidades, es el primer paso. El segundo sería intentar aprender a controlarlos. Sí, ya sé que esto no es nada sencillo, nadie nos ha enseñado a hacerlo, se requiere esfuerzo y trabajo constante, pero existen pequeños hábitos del día a día que pueden ayudarnos a lograrlo (cuidado del lenguaje, aceptar los errores como parte de un proceso de aprendizaje, rodearte de gente positiva, etc).

Lo que es fundamental es tener la suficiente fuerza de voluntad para reconocer aquellos pensamientos negativos y trabajar la forma de erradicarlos de tu mente, bien por tu cuenta o bien con ayuda profesional, pero lo importante es superar cualquier tipo de barrera que suponga una limitación al crecimiento personal de cada individuo.

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