«Lo que nos retiene en la vida es la arquitectura de invisible del miedo. Nos hace permanecer en nuestras zonas de bienestar,que son, en realidad, los lugares menos seguros en los que vivir. De hecho, el mayor riesgo en la vida es el de no correr riesgos. Sin embargo, cada vez que hacemos aquello tememos, recuperamos la fuerza que nos ha robado el miedo, porque nuestra fuerza reside del otro lado de nuestros temores. No puede haber concesiones. Cada vez que asumimos el malestar que generan el crecimiento y la evolución, nos volvemos más libres. Cuantos más miedos afrontemos, más poder recuperaremos. De esta forma, nos volvemos no solo valientes, sino poderosos, y logramos vivir la vida de nuestros sueños»

La cita anterior aparece en uno de los libros de Robin Sharma y la verdad que no puedo estar más de acuerdo con ella. Supongo la que la vida es una sucesión constante de decisiones que nos conducen hacía diferentes direcciones. Muchas veces estas decisiones implican salirnos de esa zona de confort que nos hemos generado para sentirnos «protegidos» pero que realmente supone una limitación a nuestras posibilidades reales de crecer y evolucionar. Tomar decisiones importantes no es nada fácil, requieren de valentía y mucha sinceridad con uno mismo, de dejar de ponerse excusas a uno mismo para convencerse de cosas que realmente al corazón les cuesta llega a entender.

Lo sorprendente de todo esto es que cuando uno realmente se comporta de forma honesta consigo mismo y sus acciones son íntegras con sus pensamientos, es muy difícil tomar decisiones equivocadas. El apego, el entorno que nos rodea, el miedo a lo desconocido…. son factores que nos pueden llegar a confundir en muchos momentos. Ser conscientes de nuestros miedos y ser capaz enfrentarte a ellos, es importante de cara a intentar tener la oportunidad de tomar las riendas de tu propio destino.